viernes, 27 de febrero de 2015

La megaminería regresa a Doñana 16 años después del desastre de Aznalcóllar

El mayor punto de biodiversidad de Europa sufre riesgos ambientales debido a intereses económicos

La reserva natural de Doñana vuelve a estar en peligro con la reapertura de la mina de Aznalcóllar 16 años después del desastre ambiental que estuvo a punto de acabar con Doñana, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y  punto de mayor biodiversidad del continente europeo.
La Junta de Andalucía y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han dado el visto bueno al proyecto, alegando que el desastre ecológico de 1998 no se volverá a repetir. La empresa que ha obtenido el derecho de explotación, México-Minorbis, fue la causante durante 2014 del desastre ambiental de la mina de Buena Vista del Cobre, en el norte de México, que dejó sin agua a más de 20.000 personas en una de las zonas más áridas de América del Norte. 
El lugar de extracción se sitúa en las zonas cercanas al río Guadiamar, que ya se vio gravemente afectado por la empresa sueca Boliden Arpisa durante la rotura de los muros de contención de lodos en 1998, dejando centenares de miles de peces muertos y contaminando el acuífero número 27, que abastece las marismas de Doñana. Este río es el último afluente del Guadalquivir antes su desembocadura, y constituye un corredor ecológico que conecta el Parque Nacional de Doñana con el suroeste de Sierra Morena, imprescindible para el tránsito de especies animales entre ambas regiones. Algunas de estas especies se encuentran en grave peligro de extinción, como es el caso del lince ibérico, que cuenta con una población mundial cercana a los 300 ejemplares de los cuales han muerto 28 durante 2014 en carreteras, en muchos de los casos en vías cercanas a Doñana, evidenciando aún más la necesidad de estos corredores.
 La Junta ha prometido 450 puestos de trabajo con la reanudación de las explotaciones. UGT y otros sindicatos han celebrado la noticia mientras que IU ha denunciado la “falta de transparencia” en la adjudicación de los derechos de explotación de la mina.
 Los grupos ecologistas ya se han pronunciado contra la continuación de la explotación minera en las inmediaciones de Doñana y han recordado lo sucedido en 1998 como una de las mayores catástrofes ambientales que se han producido en la historia de España. Ecologistas en Acción subraya que la regeneración de la catástrofe supuso un gasto de 90 millones en fondos públicos, que la empresa causante aún no ha devuelto, haciendo hincapié en que el precio actual del zinc no compensaría ningún tipo de extracción. Además denuncian la opacidad en las negociaciones, aludiendo a la mala calificación de la empresa México-Minorbis frente a otras interesadas en la explotación de la mina, como es el caso de Emerita, con una mayor puntuación frente a la empresa mexicana. WWF por su parte ha pedido que el proyecto pase por el Consejo de Doñana y EQUO ha acusado directamente a la Junta de Andalucía de malvender la salud y el futuro de la comarca a cambio de unas promesas de empleo en periodo electoral.

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